The END

Relaciones de todo tipo, sanas o tóxicas, cortas o largas, todas son difíciles de terminar. Aún consciente de ser la mejor decisión, todo tiene sus consecuencias. A veces simplemente hay que pasar por ello, desenamorarse, olvidar, cambiar una rutina, una forma de vivir; una forma de ser.

En mi caso desaparece la persona que me hacía dar todo lo mejor de mí. Es curioso que me haya llevado un año darme cuenta de la verdadera razón de mi inconformidad: no se trata de Estocolmo, no se trata del trabajo, no se trata de mis amigos, se trata de que he perdido la fuerza, el mayor apoyo de los años más importantes de mi vida, y quizá con ello la esperanza. Es increíble cómo influye el hecho de que una persona confíe tanto en ti. Quizá yo no confié en él lo suficiente... 

Fui independiente hasta los 18, edad límite para cambiar y corregir cualquier fallo de fábrica. Y seis años de amor, de amor verdadero, del que nadie podrá comprender jamás, dan para mucho. Las palabras son tan limitadas a la hora de expresar sentimientos que simplemente dejo de exaltarlo. 

Media vida sintiéndome querida, amada y admirada. 

Dicen que cuando terminas una relación tienes que llenar los huecos que dejó, y se me ocurren millones de formas de ocupar mi tiempo en otras cosas, de hecho ya las hacía antes de la separación, pero es muy difícil simplemente suplir a una persona, todas las personas son únicas en el mundo y a día de hoy desconozco cómo conseguir esa seguridad, esa admiración por mi misma que eran fruto de sólo una mirada suya. Sé perfectamente que antes de tenerle ya conseguía cada uno de mis objetivos, pero es como si el tiempo se parara aquí y me propusiera una pausa para dejar de ser. 

Cuando digo que necesito estar sola un tiempo, es precisamente por esto.

Lo cierto es que en mayor o menor medida, cuando existe una relación, todo o casi todo gira en torno a la relación en sí. Aún las parejas como la mía que presumían de ser "independientes", durante cualquier experiencia vivida por separado, por mínima que fuera como una pequeña anécdota, cotilleo, conocimiento...  tenían siempre presente esa conexión.

Las primas de Zumosol, los hermanos de hierro y la mejor persona que he conocido en mi vida, no están en el día a día para recordarme cómo querer y admirarme a mí misma.

Siempre digo que todos los cambios son buenos...

Agradecida por todo el amor recibido, y asustada por el vacío que se queda después de algo así.


XOXO